top of page

Asocial



Normalicemos ser asociales. A esta altura del partido creo que todes debemos estar al tanto de lo que significa ser introvertide o extrovertide. Es un concepto del que yo me hice amiga hace muchísimo tiempo, tratando de encontrar explicaciones a lo que me sucedía. Les introvertides no solemos compartir mucho, recargamos nuestras energías en soledad, y las gastamos al socializar; les extrovertides, al revés. Hay veces que la gente me dice que de afuera no parezco introvertida, pero lo que no saben es la cantidad de energía que me drena ese intercambio.


Voy a terapia desde que tengo uso de razón (de paso, también normalicemos ir a terapia), y creo que mucho de eso fue por sentir que no encajaba, que no era como les demás. ¿Cómo hace el resto para estar tan desenvueltes en reuniones sociales? ¿Cómo saben qué decir, cuándo decirlo? ¿Por qué no se sonrojan cuando hablan? ¿Quién dice que hay que encajar? Hasta hubo ocasiones en que personas me daban recetas o recomendaciones para “comportarme acorde” en esos espacios. En fin, tiempos difíciles para la pequeña Caro, quien hace 30 años empezó experimentando la vida en soledad, al nacer en una clínica donde era la única bebé, y, vaya une a saber por qué, no la dejaron dormir con su mamá. ¡Cómo no crecer siendo asocial!


Como diría Krishnamurti, “No es signo de buena salud el estar bien adaptade a una sociedad completamente enferma.” Considero que dentro de todas las cosas que pueden estar mal en esta sociedad, una de ellas es que nos digan que tenemos que ser sociables y extrovertides, y que nos culpemos a nosotres mismes si no lo somos. En la actualidad tal vez la gente esté más despierta con respecto a esto, pero yo me comí el verso por mucho tiempo.


Está bueno aceptar que hay personas que funcionan de otra manera. Entender que cada une tiene sus espacios donde se siente más a gusto, y que pueden no ser en reuniones sociales. Para mí el secreto es entrar en contacto con une misme para entenderse, y así respetarse; nunca dejar que te digan cómo tenés que ser, y aprender a moverte en los espacios que te resultan buenos. - Esa es mi receta, pero no significa que funcione para todes, cada persona es un mundo y experimenta su viaje de vida de diferentes formas. - Somos muches les que nos sentimos aislades y que no encajamos, pero hay que aprender a no moldearse a las presiones que vienen de afuera. ¿Y si aceptamos la forma de relacionarnos que nos haga sentir mejor, sin presionarnos? No será tan fácil pero creo que eso se logra con un constante diálogo interno. A mí me costó entenderlo pero con el tiempo me fui encontrando con vínculos que se mueven de la misma manera, ahí aprendí que no hay nada roto en mí y que estoy acompañada.


También hay momentos y tiempos para cada cosa, une puede no querer ver gente durante un período, y no está mal; y tal vez en otra época no queríamos estar soles, y no está mal tampoco. ¿No será que somos seres cambiantes? Estamos en constante movimiento y, tanto afuera como adentro, nada permanece quieto.


Podríamos tratar de aceptarnos como somos, que puede no ser tan fácil pero se puede lograr. Ser une misme con todas las contrariedades que eso implique. Todas las luces, los colores y las sombras que nos componen; que - parafraseando a Galeano - no hay dos personas iguales y cada une brilla a su manera.


18109634413280413_edited.jpg

Hola, gracias por leer!

Me llamo Carolina. Actualmente dibujo, tatúo, estudio astrología y a veces escribo. Lo que más amo en la vida es recorrer mundo, tanto externa como 

internamente. Creo que cada ser lleva un universo dentro que espera ser descubierto. Y que la vida es un viaje que nos puede sorprender a cada segundo. 

Suscribite para recibir las publicaciones
en tu mail!

¡Gracias!

bottom of page