Cada persona es un mundo

Cada persona es un mundo, un universo entero con sus colores y sus formas. Una madeja enredada de luces y sombras. Somos munditos interactuando en esta experiencia humana; cuando se genera un encuentro real, nuestra energía juega y se confunde como si fueran dos ríos uniéndose en uno. Es mágico y expansivo.

Cada persona es un mundo, y no existen dos iguales. Cada forma de experimentar y transitar la vida es única e irrepetible; pensar que nadie percibe las cosas de la misma manera. En esta red colectiva de seres en proceso de evolución que somos, cada une transita los desafíos que le corresponden, y aportará desde su lugar. Una red donde cada parte que la compone es igual de importante e irremplazable. Somos el universo experimentándose a sí mismo desde millones de puntos de vista, y, por más semejantes que puedan parecer, ninguno está duplicado.

Cada persona es un mundo, y, en este viaje que es la vida, cada une carga su mochila como puede. Todes llevamos una mochilita en la espalda, algunas serán más grandes y otras más chicas. En lo personal, yo elijo viajar lo más liviana posible, pero esto no siempre es una opción; y tampoco todes tendremos las mismas posibilidades. De todas maneras, nunca está de más revisar nuestro equipaje de vez en cuando para dejar lo que no nos corresponde.

Cada persona es un mundo, y cada une está librando sus propias batallas internas. Por más calmo que parezca por fuera, puede que por dentro haya mucha agitación y movimiento. No siempre lo que percibimos es cierto. Y más aún, lo que vemos en otres es sólo un pedacito que se deja mostrar, mientras la mayor parte se esconde. Eso que percibimos siempre pasa por filtros. Algunos son inevitables, pero hay otros que se nos van pegando sin que nos demos cuenta. Podríamos limpiar nuestros ojos mentales de vez en cuando para tratar de percibir con más claridad.

Cada persona es un mundo, y somos el universo experimentándose a sí mismo desde millones de vidas distintas. Seremos muy diferentes, pero venimos y vamos hacia el mismo lugar. Somos fuego, tierra, aire y agua. Somos polvo de estrellas. Somos la dimensión sociable de la tierra buscando evolucionar. Una red expansiva que cada vez brilla con más intensidad. Cada persona es un mundo por descubrir, así que disfrutemos la aventura.