Los Miedos
Qué palabra, el miedo; eso que se activa instintivamente para protegernos. Nuestra relación con el miedo data desde nuestro nacimiento, cuando llegamos a un mundo totalmente nuevo y desconocido. Todes tenemos una relación más o menos tóxica con él, que puede tomar tantas formas como nos imaginemos. Pensemos en la cantidad de cosas que hacemos o dejamos de hacer, justamente por miedo. Ahora, la pregunta es, ¿Qué tan consciente es esa relación? Mi relación consciente con mi miedo no tiene mucho tiempo.
Hace unos años odiaba la idea de estar sola, era algo que me causaba desesperación. Y hoy estar sola es algo que amo, si no es lo que más disfruto en la vida. Puede que haya sido porque crecí, o puede que no, simplemente aprendí a vivir con eso.
Creo que los miedos muchas veces nos detienen de avanzar en nuestra vida. Estamos tan acostumbrados a estar en nuestra zona de confort que no queremos salir de ahí. Siento que en esta sociedad nos acostumbraron a estar así, a quedarnos en el molde, a rechazar eso desconocido que no puedo controlar, lo impredecible. Siento que cada une tiene sus miedos pero a la vez compartimos muchos comunes, miedo a la soledad, miedo a que me pase algo a mí o a alguien querido, miedo a pasar el ridículo, miedo por lo que la gente vaya a pensar de mí, miedo a caerme de la bici. Todos son totalmente razonables pero no van a dejar de existir.
Cuando tomás consciencia de tus miedos te das cuenta de las cosas que dejás de hacer, de las cosas que te perdés. Un buen ejercicio es poner en una balanza lo que podrías ganar y lo que podrías perder, porque generalmente es más lo que podemos ganar. Imaginate, si cada vez que dejaste de hacer algo por miedo te hubieras animado, ¿dónde y cómo estarías ahora?
Enfrentar nuestros miedos es de las cosas que más nos hace crecer, es como subir de nivel. En mi caso, mi vida se mueve en base a desafíos, donde siento miedo ahí voy. Cuando empiezo a dudar de si el camino que elegí es el correcto, me doy cuenta que es por ahí y sigo más segura que antes, sabiendo que voy a salir siendo una persona totalmente distinta a la que se mandó, alguien más fuerte.
Creo que es hora de que tomemos consciencia, porque nos enseñaron a vivir con miedos. Y ¡spoiler alert!, nunca se van, mutan de forma y cambian de objeto y tamaño, pero siempre van a estar ahí, siempre nos van a acompañar. Más que aprender a andar sin miedos, yo diría que hay que aprender a andar a pesar de los ellos, cargarlos en la mochila y seguir.
Comments